La otra historia es la de un amor que hace de esos tormentos su alimento. Un amor vigilado por los enemigos: el daño físico, la vejez, la muerte, pero que es capaz, no solo de resistirlos, si no también de transformarlos en la fuerza del deseo.
Una muchacha de dieciocho años rechaza al hombre de quien ha estado enamorada y con quien ha podido unirse. Mas de cincuenta años después, cuando ha muerto otro hombre con quien se ha casado para vivir un tiempo de parecidos detestables se reúne con aquel primer amor suyo a bordo de un barco que se llama Nueva Fidelidad. La enfado del deseo se alía a la muerte y a la enfermedad porque se les parece: "Los síntomas del amor son los mismos del cólera".
En este relato infinitamente seductor, Gabriel García Márquez narra la obsesión del deseo con un arrebato que lo aparta de sus grandes novelas anteriores y a la vez lo acerca a ellas. A la circularidad del tiempo en Macondo, al enclaustramiento del tirano aislado en su poder demencial, sucede ahora la vigencia imbencible del deseo firme en si mismo. Un deseo que avanza hacia su origen en un movimiento del barco Nueva Fidelidad, que seguirá yendo y viniendo "toda la vida".
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